En los últimos años, con la apertura mental de la sociedad, la aparente desaparición de tabúes y la salida del armario del colectivo homosexual y bisexual, parece que ahora se animan a quitarse el velo los denominados asexuales.
¿Pero quiénes son los asexuales? ¿Realmente existe gente que encaje en esta opción «sexual»? Los asexuales son personas que no sienten ningún impulso sexual, ningún tipo de morbo ni excitación. Ahora esto es tratado como un nuevo fenómeno, pero los especialistas en la materia aseguran que los asexuales han existido siempre. Lo que ocurre es que con la «liberación» de la sociedad, se deciden ahora a dar la cara sin temores y sin complejos.
Se ha contabilizado que un aproximado 3% de la población mundial pertenece a este colectivo, lo que, matemáticamente, en España se traduce en un millón y medio de personas asexuales. Visto así puede dar miedo, pero no se trata más que de un pequeño porcentaje por el que no debemos preocuparnos en términos de continuidad de la especie. Los asexuales son una minoría, y si esto no se reproduce ni contagia como una viral moda más, no supone peligro para la reproducción poblacional. Ni para el mercado de los juguetes eróticos, claro.
Del estudio de este fenómeno se ha encargado Anthony Bogaert, de la Universidad Brock (Canadá). En su tesis ha puntualizado que dentro de este subgrupo no se incluyen a los matrimonios que no tienen relaciones sexuales por mera rutina de pareja, ni a los célibes por propia elección y auto convencimiento.
Pero esta minoritaria opción no es sinónimo de misoginia. Los asexuales tienen sentimientos e incluso se casan, la diferencia es que no le ven ninguna diversión, placer ni entretenimiento al sexo.
Ya se sabe que en el mundo debe haber gente para todo, pero desde nuestra perspectiva nos cuesta encajar que una persona no sienta nada por el placer más básico y primitivo de la historia. Y más hoy en día, teniendo las alternativas que tenemos para gozar del sexo, los millones de juguetes eróticos, vibradores, consoladores… que pueden hacer de cada experiencia erótico un mundo aparte.
¿Es la asexualidad voluntaria o genética? ¿Un problema de base o desconocimiento?
Comparte esta noticia: facebook twitterAutor: Bea Cárdenas