24 Sep 12

Cibersexo con Webcam

Categoría: Sexualidad

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En nuestra vida cotidiana, nos vemos envueltos en un escenario virtual expuesto a fantasías e imaginación. Comunidades de amigos, foros, redes sociales… Al final, siempre te ves atraído o atraída por algún usuario que despierta tus instintos más primarios.

¿Y qué pasa? En ocasiones se puede quedar ahí, en una simple fantasía sexual no compartida con nadie, o puede avanzar en un vínculo cibernético de conocimiento mutuo, centrado en la atracción sexual que sirve como vía de escape a los problemas del día a día.

¿Verdad que alguna vez te has excitado con alguien que no conoces de nada a través de la pantalla del PC? ¿Del Smartphone? ¿De la Tablet? Estos vínculos sexuales en la distancia suponen un rico aperitivo para la reactivación de la imaginación sexual, del apetito, de las ganas por probar ese fruto prohibido y lejano… Esto se manifiesta en nuestro cuerpo y nos entran ganas de tocarnos, de que nos toquen, de sentir.

En muchas ocasiones, ocurrirá que acabarás con esa persona manteniendo un intercambio directo de mensajes, fantasías eróticas, comentarios subiditos de tono que incluso pueden interferir en vuestra vida diaria, dándole ese toque morboso y caliente que muchas veces hace falta para que el resto de cosas funcionen mejor. Mensajitos, whatsapps, intercambio de imágenes picantes… ¡incluso videoconferencias!

La webcam, la reina del cibersexo, es el culmen sexual de estas fantasías en el plano cibernético. Gran método para colmar las ansias sexuales.

Tontear, jugar, morbosear por webcam con esa persona con la que tantas fantasías sexuales has recreado en la mente, puede ser muy, muy excitante. Insinuar, hacer un streptease, quitar la ropa lentamente, jugar con la boca, con la lengua, tener un chupa chups a mano, un vibrador, simular una felación a un consolador realístico… ¡masturbarse!

El morbo por lo desconocido puede hacernos perder el control, por lo que sí es recomendable mantener la sangre fría en una pequeña parte de la región de nuestro cerebro. Realmente, nunca sabemos cómo ni dónde podrán terminar nuestras imágenes, por lo que no conviene mostrar nunca la cara mientras se practican estos juegos.

Si en el peor de los casos, un vídeo por webcam personal termina subido en Internet, si no se ve el rostro, será más complicado relacionarlo con la identidad real de la persona.

Existe un sinfín de juegos para excitarse por webcam sin sufrir riesgos innecesarios. Echad imaginación, insinuaros, tocad vuestros cuerpos, utilizad juguetes eróticos y volved loca a la otra persona tras la pantalla del ordenador…

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