30 Nov 12

Prejuicios de algunos hombres sobre los juguetes sexuales de sus parejas

Categoría: Consejos

Etiquetas:

Juguetes eróticos para mujeres, prejuicios de hombres

Hablando con una chica hace unos días, me comentaba que su pareja rechazaba por completo que ella utilizase juguetes sexuales. En alguna ocasión le sacó el tema porque tenía curiosidad por probar unos juguetes de colores que vio en el sex shop online Me Lo Paso Goma (concretamente los vibradores Wonderland), pero a él le pareció fatal.

Lamentablemente, no es el único caso. Aún hay algunos hombres contrarios a que su pareja introduzca en el sexo algún elemento que se salga del contacto físico con ellos. ¿Por qué? ¿Tienen los hombres miedo a las comparaciones?

En una relación de pareja actual, no cabe la falta de libertad para practicar sexo más allá del simple misionero, mete-saca y a dormir. El sexo va mucho más allá, la base está en compartir. Y el hecho de introducir un dildo, un juguete erótico, es básico y fundamental para vivir una vida sexual plena y satisfactoria para ambos.

Sin duda, las comparaciones son odiosas, pero es necesario comparar lo que proporciona un hombre y un consolador o vibrador para darse cuenta de que es absurdo sufrir rechazo porque un juguete le proporcione más placer que su propio pene.

El placer que brinda la pareja es un compendio de cosas: El calor humano, la pasión, el deseo, los sentimientos, el roce, el olor… ¡no sólo el pene! Sin embargo, un juguete, un vibrador, es un simple complemento en las relaciones que no sirve más que para mejorarlas.

Un juguete sexual es un complemento, no un sustitutivo. Un complemento que además no sólo da placer a la mujer, sino al hombre. A la mayoría les resulta placentero ver cómo su chica, su compañera de cama se masturba y es penetrada por un consolador. La imaginación conduce al morbo y el morbo conduce al descontrol. ¡No ha lugar al rechazo!

Además… ¿sabías los consoladores/vibradores más vendidos tienen un tamaño de entre 13 y 20 cm? Es una clara evidencia de que las mujeres no queremos un juguete porque sea más grande que el pene del chico, sino porque nos apetece experimentar nuevas sensaciones para compartir o para gozar en solitario.

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