Hoy en día, la tecnología nos permite llevar a cabo comportamientos sexuales que nada tienen que ver con los de nuestros antepasados. Para practicar sexo en compañía, ya no es necesario que esas personas estén juntas físicamente. Basta con tener un ordenador o un teléfono.
Vamos a centrarnos en el sexo telefónico. El sexo telefónico lleva años siendo una bomba para el erotismo y la sexualidad de muchas personas, ya sean parejas formalizadas o desconocidos. El desconocimiento del otro, el morbo de imaginar lo que se haría, el imaginar lo que está haciendo la otra persona, es algo tremendamente caliente para quien sabe dejarse llevar de verdad en ese momento.
En muchos casos, el teléfono permite a las partes a expresarse con más libertad, más atrevimiento, consolar la vergüenza que quizás podrían tener en un encuentro real, se difumina a través de este aparato. En definitiva, de este modo nos volvemos más atrevidos y libres que en el cara a cara, por lo que podemos incluso llegar a disfrutar más que de una experiencia carnal.
¿Qué mueve a una persona a practicar sexo por teléfono?
– En parejas de hecho, la lejanía. Cuando dos personas se encuentran a una distancia por los motivos que sean, suele ser habitual y lógico que mantengan conversaciones tórridas vía telefónica y se terminen masturbando, es una manera de disfrutar juntos de la sexualidad.
– Otras personas lo practican porque se sienten más seguras de este modo que en un encuentro real, ya sea por complejos físicos, porque su voz es lo que más seguridad les hace sentir, porque al no verse físicamente, se sienten más libres y eróticas…
De este segundo caso, se deriva el que, desde hace años, existan numerosas líneas eróticas de pago a disposición de aquellos que gusten de este tipo de servicios no físicos. Aunque también existen muchos chats en Internet a los que acceden tanto hombres como mujeres con ese gusto en común, de los que terminan cuajando muchas relaciones eróticas telefónicas.
En este tipo de juegos eróticos orales por teléfono, lo importante es que ambos estén compenetrados sexualmente, que exista un feeling previo, un gusto por las mismas cosas. Consiste en saber dejarse llevar para inventar juegos eróticos, fantasías sexuales, situaciones…
En algunos casos, el sexo telefónico sirve de terapia para personas con problemas de comunicación en la cama, porque de este modo, al centrarse la sexualidad en el sentido oral, en la conversación, la imaginación, la fantasía y las ganas de sentir se potencian mucho más. Y esto ayuda a que luego las relaciones físicas gocen de mucha más calidad. Y no olvidemos, el cerebro es nuestro mayor órgano sexual.
Comparte esta noticia: facebook twitterAutor: Bea Cárdenas