Como ya sabemos, la utilización continuada de bolas chinas es súper beneficiosa para nuestra salud. Se recomienda su uso para prevenir la incontinencia urinaria, para reforzar el músculo pélvico tras un parto y en la menopausia, y como efecto colateral se obtiene un resultado muy positivo para las relaciones sexuales: A mayor fortificación de los músculos, la vagina está más fuerte y el placer es mayor.
La utilización continuada de bolas chinas vaginales provoca unas sensaciones muy agradables en las mujeres y nos vuelve más receptivas a la hora de mantener relaciones sexuales con la pareja.
En los sex shop nos encontraremos con bolas chinas metálicas y variados materiales plásticos, ¿pero cuáles son las bolas chinas más recomendadas? Las bolas chinas de silicona, y más concretamente, las de Fun Factory, por su calidad testada y avalada médicamente, y porque son antialérgicas, un detalle muy importante a la hora de evitar incomodidades posteriores.
Pero como también sabrás, en el mercado existen otras bolas chinas orientadas a usos más diversos. Por un lado están las bolas chinas anales, que sirven tanto para mujeres como para hombres. Éstas son como una ristra de bolas más pequeñitas que las vaginales unidas entre sí, suelen constar de unas 5 o más bolas y en el caso de los hombres, suponen el sumun del placer, pues al rozar su punto G situado detrás de la próstata, pueden experimentar un placer superior al obtenido en una eyaculación.
Existen también unas bolas chinas un tanto más atrevidas, conocidas como las bolas de “castigo”, pues presentan ciertos pinchitos de silicona en la superficie que multiplican las sensaciones de forma exponencial, aunque no cualquier persona es capaz de soportarlas, no se recomiendan llevar durante mucho tiempo para evitar daños por un roce continuado de sus protuberancias.
Y para finalizar, están las bolas chinas vibradoras y las balas o huevos vibradores, pudiendo considerarse como tal. La función y colocación es la misma que la de las bolas chinas, pues la vagina tiene que encargarse de sujetar con sus paredes el pequeño artefacto, con el plus de que llevan un motor que puede ser manejado remotamente por la pareja con un mando. ¿Todavía no has probado un huevo vibrador o bala vibradora? ¡Pues a qué estás esperando!
Está tan unido el mundo de la salud sexual con el placer… que desconocerlo debiera ser delito. ¡Anímate a probar y cuéntanos tus sensaciones!
Comparte esta noticia: facebook twitterAutor: Bea Cárdenas