12 Ene 11

Sexo rápido

Categoría: Sexualidad

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Con los tiempos de estrés que corren y el poco tiempo libre que queda para dedicarle a la pareja y al sexo, se reduce la media de las relaciones sexuales mantenidas por los españoles.

Pero tampoco debe verse como un problema el no tener tiempo, paz o predisposición para pasar noches enteras haciendo el amor con la pareja. Para mantener viva la llama de la pasión, los arrebatos sexuales no premeditados son una buena solución.

El sexo rápido en casi cualquier momento y casi cualquier lugar, dota de dinamismo a las relaciones, se salta la rutina y potencia el sexo sentido del morbo. ¿Pero qué se ha de hacer para conseguirlo?

– En primer lugar, uno mismo se ha de preparar psicológicamente. Aumentar la predisposición con fantasías, pensamientos obscenos en las circunstancias más variopintas, al fin y al cabo, el cerebro es el primer órgano sexual, y el que hará que se desee llevar a la realidad lo fantaseado.

– Una vez alcanzado ese punto de morbo, apetencia y predisposición, ¿por qué no dar el primer paso desde el lado femenino? A ellos también les gusta sentirse deseados, «objetos de placer«, portadores de las herramientas necesarias para satisfacer a quien tienen a su lado. En resumidas cuentas, que la chica sea quien tome la iniciativa, eso les pone a mil y ambos se retroalimentan de placer.

– La pasión se despierta en cualquier lugar. En el lugar más inesperado y en el momento más inesperado. Un encuentro sexual improvisado casi siempre se puede medio intuir. ¿Cómo ir? ¿Qué hacer? En estos casos, lo mejor es ir vestida de una manera adecuada para la ocasión, accesible, sin muchas capas. Nada de pantalones, sino una cómoda falda que facilite el roce con tan sólo subirla. La ropa interior también es importante, no se debe olvidar algún complemento sexy, encajes o algo de lencería erótica.

El sexo rápido puede ser una bomba de pasión. El «aquí te pillo, aquí te mato» ayuda y enseña a potenciar otras posturas que jamás se llevan a experimentar en el lecho del amor. Un probador, un ascensor… cualquier lugar es bueno para un affair fugaz y placentero, entrando en juego el morbo por poder ser pillados.

Vívelo y luego nos lo cuentas…

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