La joven diseñadora madrileña Maya Hansen ha presentado en el marco de la Cibeles Madrid Fashion Week, su colección primavera-verano «Delicate birds», con la que proclama el uso de corsés para cualquier hora del día y de la noche, y para cualquier tipo de evento.
Esta pieza del vestuario es la reina madre de Maya, así es que lo incluye en prácticamente todas sus prendas, con la particularidad de que para esta colección se ha inspirado en las aves para sus texturas y colores: «Me importa el corsé en sí mismo, y en esta colección, al ser de primavera-verano, me he basado en los pájaros, sobre todo en los de agua como los cisnes o los pelícanos, aves delicadas con colores fuertes».
Estos ropajes, primero identificados con la represión femenina, y posteriormente con el fetichismo, en los últimos tiempos se han bajado de las pasarelas para hacerse hueco en el armario de las féminas de a pie, para que sean lucidos como ropa de calle sin que precisen de ninguna ocasión especial.
Pero por mucho que se quiera tratar al corsé como una prenda más, es imposible desintegrarle las connotaciones sexuales que lleva adheridas este tipo de lencería atrevida. Un corsé disminuye el contorno de la cintura y realza el pecho, lo que aumenta considerablemente el atractivo físico de una mujer y lo que también hace las delicias de los hombres. Las mujeres nos vemos bellas, sexys y con mucho potencial sexual con esta pieza desligada de la lencería 100% íntima, y esto nos da mucha seguridad en nosotras mismas.
Además, tenemos a muchas famosas culpables del aumento de la fiebre por los corsés. Entre ellas están Pilar Rubio, Dita Von Teese o Vinilla von Bismarck. Viendo lo bien que sientan, ¿cómo nos vamos a resistir a no tener alguno en nuestro armario, ya sea interior o para exterior?
Comparte esta noticia: facebook twitterAutor: Bea Cárdenas