Últimamente, en todas partes nos bombardean con la necesidad de que utilicemos vibradores y juguetes eróticos para nuestros ratos subidos de temperatura en pareja o en solitario. En la tele, en las revistas, en los periódicos, en Internet, los sexólogos… Pero luego, pocos son claros a la hora de recomendar un artilugio con unas determinadas características ajustadas a las necesidades de cada cual.
No es fácil escoger un vibrador, un dildo, entre la gran variedad de productos que existen en el mercado erótico. Vibradores clásicos, vibradores dobles, vibradores de Punto G, vibradores de clítoris, vibradores minis…
¿Qué es lo primero en lo que nos tenemos que fijar a la hora de escoger un juguete para el sexo? Su material. El material estrella es la silicona hipoalergénica o silicona médica. No provocan reacciones alérgicas en la piel y se diferencian del resto por su suave tacto. Las marcas que mejor trabajan con este material son la alemana Fun Factory y la Suiza Lelo, conocidas por sus psicodélicos, divertidos, elegantes y originales modelos.
¡Warning! El tipo de material a la hora de elegir un juguete, es muy importante. Debemos descartar los fabricados con algún plástico dudoso, lo más posible es que contengan ftalatos, sustancia cancerígena prohibida en Europa desde que se detectó su presencia en juguetes para niños y juguetes sexuales.
Con respecto a su batería, la mayoría de los juguetes han ido sustituyendo las pilas por baterías recargables. Mucho más eficaces, duraderas y sobre todo, cómodas. A esta comodidad se le suma, que muchos de los vibradores ahora son sumergibles, perfectos para meterlos en una momento de relax en la bañera o piscina.
Otro detalle importante es que su manejo sea cómodo, ergonómico, que se ajuste a las curvas del cuerpo y sea fácil de manejar, ya sea con unos sencillos y accesibles botones para los modos de vibración y velocidad o con un mando a distancia. Y que el motor sea silencioso, no un taladro de Black & Decker.
Todo esto en cuanto a sus características de fabricación y técnicas. Luego estaría el analizar los gustos, las apetencias, la experiencia…
Si lo que apetece es una estimulación vaginal o de punto G, cualquier vibrador encorvado para especial vibración en este punto.
Si de lo que se tiene ganas es de ver las estrellas clitorianas, lo mejor será un vibrador de clítoris, un mini masajeador bonito y discreto. ¿Una recomendación? Lelo.
Para combinar sensaciones múltiples, un combinado de Punto G y clítoris, léase un conejito rampante o el famoso vibrador We Vibe III.
Piensa, analízate, prueba y quédate con lo que más te guste… ¡pero no dejes de fantasear, imaginar y jugar!
Comparte esta noticia: facebook twitterAutor: Bea Cárdenas
Antes de ir de compras, hay que preguntarse, en primer lugar, si ¿de verdad necesito un vibrador? La respuesta más fácil sería – no, no lo necesitas. Los vibradores, como otros accesorios eróticos, no son las cosas que tengamos que tener. Deberíamos considerarlos más bien como el complemento, la guinda del pastel y no como la varita mágica que nos ayude mejorar la vida erótica. 🙂