1 Abr 09

Muñecas casi perfectas

Carla. 28 años. Morena, ojos oscuros y piel muy suave.
Soy cariñosa, linda y demasiado cara.

Lo que en principio podría parecer un anuncio de cualquier página de contactos, se trata de la última generación de muñecas sexuales que llevan años arrasando en Japón.

sex shops

Para algunos, la mujer ideal: cumple con los deseos de su «pareja», siempre dispuesta a todo y… no habla; para otros pura diversión y, para todos, una compañera sintética de 6000 dólares. A pesar de ello, sus favores son muy demandados en todo el mundo para satisfacción masculina y ¿por qué no? femenina.

En Japón llevan produciendo muñecas sexuales a imagen y semejanza de las mujeres reales desde hace más de diez años pero, en los últimos años, han visto multiplicado por veinte sus ingresos.

Hasta hace poco, las muñecas más populares eran inflables y de vinilo pero, gracias a las nuevas tecnologías, estas ninfas de silicona son capaces de moverse, besar, succionar e incluso excitarse. Tienen sensores que responden a distintos estímulos táctiles o verbales y son capaces hasta de humedecerse.

Las muñecas pueden servirse a la carta, pues disponen de varios cuerpos distintos, pudiendo elegir el peso o la estatura, la cintura, la cadera, el busto o la pelvis, de vello natural. Algunos incluso las visten, las maquillan y las sacan a pasear.

Un producto muy solicitado en los sex shops nipones y, cada vez más, en los de cualquier parte del mundo.

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