13 Jun 12

Orgasmo vaginal y forma de caminar

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Todas las personas tenemos algo físico, algo anatómico, alguna acción o reacción física que denota nuestra manera de pensar o de sentir en según qué facetas del sexo. Por ejemplo, hay a quienes se les percibe en la mirada cuando están teniendo un pensamiento erótico concreto, sólo basta con tener el ojo adiestrado para percibir esas cuestiones en los demás.

¿Alguna vez te has parado a pensar en si con la forma de caminar de una mujer se puede saber su capacidad para tener orgasmos vaginales? De esto se ha encargado un estudio llevado a cabo por una colaboración entre Doctores belgas e ingleses.

¿Cómo se ha llevado a cabo el análisis del caminar femenino para estas cuestiones orgásmico-vaginales?

Muy sencillo. Se realizaron una serie de desfiles grabados en los que las mujeres irían pensando en un lugar de clima cálido, acogedor, y pensando en un hombre con quien recordaran haber vivido una aventura erótica. Posteriormente, un equipo de sexólogos expertos realizaron un jurado para averiguar la capacidad orgásmica de las mujeres participantes: los resultados obtenidos fueron muy exitosos, acertaron en cuatro de cada cinco casos.

¿Cuál es el caminar de la mujer que experimenta el orgasmo vaginal?

La relación existente entre la manera de andar de la mujer y su habilidad orgásmica vaginal, reside en el largo de la zancada, en la rotación e inclinación de su columna vertebral, y en la musculatura de las piernas, la cual no debe ser flácida ni hipertensa.

Lo que no se ha podido averiguar es si los resultados del estudio están más relacionados con la propia genética de cada mujer, o a la autoconfianza presentada por dichas mujeres que gozan de más y mejores orgasmos vaginales.

Aunque bien es cierto que la mayoría de las mujeres somos más propensas al orgasmo clitoriano, con voluntad y entrenamiento, se puede llegar a disfrutar de ambas maneras de sentir el orgasmo sin obstáculos. Solas, en pareja, con los dedos, con algún dildo, especialmente con los estimuladores de punto G… todo es posible.

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